La Filatelia al Día
5 de junio de 1982: No 119
Por Danilo A.Mueses
Los cupones, tal como les señalábamos la
pasada semana. Son parte importante del sistema postal internacional, pues
permite a los nacionales de un país el envío de pequeñas sumas destinadas al
pago de sellos lo cual en algunos países se hace sumamente difícil por las
restricciones cambiarias existentes.
Antes del dislocamiento de los precios del
oro, el patrón de pago de las deudas contraídas como consecuencia del uso de
los cupones se pagaban en francos-oro que era el equivalente a 10/31 de un
gramo de oro con fineza de 0.900.
Naturalmente que en la actualidad con el oro a
unos $340 la onza troy, un franco- equivaldría a unos $4.00 y deben estar
adoptando otro patrón de canje.
Señalábamos que en nuestro país los cupones se
compran y se venden a 13 centavos pero en otros países son más caros y en otros
más baratos. Estos precios han cambiado a través de los tiempos. Como el cupón es
canjeable por “los sellos que representen el franqueo de una carta ordinaria
expedida al extranjero por vía de superficie” y las tarifas varían grandemente
de un país a otro, habría teóricamente margen para obtener pingües beneficios
con los cupones.
Aprovechando ese hecho por los años de
1918-1920 se produjo en Estados Unidos una de las grandes estafas que se han
producido en ese país. Veamos los hechos.
Para esa época, enviar una carta al extranjero
por vía de superficie costaba en E.U. 5 centavos; por tanto los cupones se
vendían a ese precio. En España, en cambio, sólo costaba el equivalente a 1
centavo de dólar, y eso mismo costaba un cupón. Por tanto, usted podía por un
dólar comprar 100 cupones en España y llevarlos a Estados Unidos donde podía canjearlos
por $5.00 en sellos y ganarse $4.00.
Charles Ponzi era un inmigrante italiano que
trabajo en la sección de despacho de correspondencia de una casa exportadora de
Boston. Dándose cuenta del potencial que contenían los cupones, Ponzi indujo a
dos compañeros de oficina a darle $250 prometiéndoles que en 45 días les daría
$375 en base a las ganancias de los cupones.
El asunto sin embargo, ni siquiera llegó a
iniciarse, pues una vez empezado el negocio, Ponzi contrató agentes a comisión
y descubrió que era más sencillo pagarles a los primeros con el dinero de los
últimos incautos (algo así como las cadenas que se pusieron de moda aquí hacen
dos o tres años). Como cada día más gente se inscribían e la cadena de los
cupones, a Ponzi nunca le faltaba dinero para irle pagando aquellos a quienes
se le cumplían los 45 días.
Se dice que en sus mejores tiempos, Ponzi
llegó a recoger $250,000 por día. Cuando al final estalló el escándalo, se
estima que había estafado por más de $15 millones de dólares.
Ponzi fue sometido a juicio y condenado a 10
años de cárcel al final de los cuales fue depositado a su nativa Italia.
Pero amigos, aunque no les recomiendo
incursionar en el campo de los Cupones Internacional de Respuestas, el
potencial existe. Aquí conseguimos un cupón por 13 centavos y si lo llevamos a
E.U. nos dan 26 centavos en sellos por uno. Sin embargo, siempre existe el
peligro de terminar como Charlis Ponzi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario