La Filatelia al Día
21 De noviembre de 1981: No 92
Por Danilo A.Mueses
En dos de las columnas publicadas
recientemente hablábamos del lenguaje filatélico y listamos una serie de
abreviaturas, la mayor de las parte de las cuales vienen del inglés y que son
de uso diario en las publicaciones filatélicas. La razón de esas abreviaturas,
tal como señalábamos, es de origen económico y las implantaron los comerciantes
quienes tratan de sacar el mayor beneficio posible del dinero que deben
invertir en sus anuncios.
Hoy vamos a hablarles de otro aspecto del
lenguaje filatélico, ya no de los
comerciantes sino de un lenguaje acuñado en las peñas filatélicas y que todo
coleccionista que pretende participar en
ellas deben conocer. Nos referimos a los sobrenombres que reciben algunos
sellos.
La forma universal para identificar un sello
es el catálogo.
Cuando un coleccionista está interesado en
comprar la serie emitida en nuestro país en 1901 mostrando un mapa de la isla,
le pide al comerciante que le envíe la serie “Republica Dom. Scott No. 111 / 119”. El comerciante abrirá su
catálogo y verás qué sellos son y se los enviará al interesado.
En una peña filatélica, sin embargo. Los
coleccionistas no pueden cuantas veces van a hablar de un sello, estar buscando en el catálogo para saber de
qué sello se habla y han inventado una serie de sobrenombres para designar a
los sellos y series más conocidos.
Hay algunos de estos sobrenombres que han
traspasado las fronteras nacionales y son universalmente conocidos mientras que
otros son más bien de uso en el ambiente nacional, pero de todos modos dan
sabor al coleccionismo de sellos.
Creemos que habrá pocos coleccionistas que no
hayan oído hablar del “penny black" que es el nombre con que se designa el
primer sello del mundo emitido en Inglaterra el 6 de mayo de 1840. El sello,
como deberán haber deducido, debe su sobrenombre al hecho de ser de un penique
y negro.
Otros sellos con un sobrenombre famoso son los
“misioneros” de Hawái. Con ese nombre se designan los primeros sellos emitidos
por Hawái y recibieron ese nombre porque la mayor parte de los ejemplares
fueron hallados en correspondencia enviada por misioneros norteamericanos a sus
familiares en los Estados Unidos.
Los filatelistas son a veces selectivos en sus
nombres y los usan en algunos sellos y en otros ignoran. Tal es el caso de los
primeros sellos de Mauricio. Hay un sello de 1 penique rojo y uno de 2 peniques
azul. Del de 1 penique se conoce 14 ejemplares y del 2 penique 12 o sea que
ambos son iguales y famosos. Sin embargo. Todo el mundo habla de “Mauricio
Azul” ignorando en cambio el de 1 penique
al que nadie llama el “Mauricio Rojo”.
El hecho de ser famoso no le garantiza a
ningún sello un sobrenombre. Tal es el caso de 1 color magenta de la Guayana
Inglesa. A pesar de ser el sello más famoso de mundo, no lleva ningún
sobrenombre.