jueves, 29 de enero de 2015

El Túnel del Tiempo de la Filatelia: " LOS GIMMICKS” (parte I)

La Filatelia al Día
6 De febrero de 1982.No 102
Por Danilo A. Mueses.

Tanto los que conocen el significado de la palabra “gimmick” como los que se molestaron en buscar su significado en un diccionario inglés-español y vieron que significaba: "Treta, truco, martingala” se preguntarán qué está haciendo esa palabra como título de este artículo.

Pues bien, antes de explicarles qué son los “gimmicks “vamos a retroceder un poco.
Durante todo el siglo pasado y las primeras décadas del presente, el sello tenía una función eminentemente utilitaria y podría decirse que la mayoría de los sellos se emitían para cumplir fines postales. Era cierto que en la última década del pasado siglo surgió N.F. Seebeck quien apadrinó una serie de emisiones especulativas principalmente de Nicaragua, Salvador y Ecuador, pero cuando surgieron tales emisiones el público protestaba acaloradamente.

Esos países eran sin embargo una minoría y cuando alguien se salía demasiado del surco trazado, se le señalaba acusadoramente con el dedo y volvía al redil. Puede decirse que aunque las aguas no eran del todo tranquilas, se navegaba sin mayores problemas y fue así como llegamos a finales de la década del 40 sin que la nave llegara a hundirse.

Un índice de la oposición general que despertaban las emisiones especulativas fue la formación en 1895 de la que se llamó “Society for the Supression of Speculative Stamps” que tenía por objeto persuadir a los coleccionistas de boicotear las emisiones innecesarias. Aunque la sociedad fue disuelta  pocos años más tarde en parte debido a las críticas de algunos periodistas filatélicos que la atacaron duramente  llegando a denominarle “SSSS” que, aunque eran siglas de la sociedad, rememoraban el acto de sisear.

El final  de la Segunda Guerra Mundial al tiempo que significó el advenimiento de la paz. Fue el comienzo del desmembramiento del imperio colonial europeo, en especial los de Inglaterra, Francia, Holanda, Alemania, Italia y Bélgica entre otros.

Las decenas y decenas de antiguas  colonias se fueron constituyendo en países independientes pero al despertar de la noche de juerga con que se había celebrado la fiesta de la independencia de dieron cuenta de que ya no había a quien pasarle la cuenta y que de allí en adelante había que buscar por sus propios medios, nuevas formas para generar divisas.

El final de la guerra trajo también aparejado, para todos los países de Europa y Norte América, un auge económico sin precedentes, salarios más elevados, semanas de trabajo más corta y mayor tiempo y dinero para gastar en pasatiempos. Fue por tanto casi una consecuencia natural que parte de ese tiempo y dinero extra de que se disponía se gastara en sellos.

Otras circunstancias que contribuyó a la difusión de la filatélica fue la mejoría a nivel mundial  en las comunicaciones.  Las rutas aéreas fueron poco a poco cubriendo el mundo que fue empequeñeciéndose. Lugares a días y aún a semanas de distancia ya a horas de vuelo.

Todos estos hechos y circunstancias se combinaron y las naciones emergentes más cerca de las grandes y ricas naciones industrializadas, como consecuencia de la mejoría en los sistemas de comunicaciones, y requiriendo divisas para apuntar sus muchas veces tambaleantes estructuras económicas, se lanzaron en fiera competencia por dólares, libras, marcos, francos, etc., de una horda de coleccionistas ávidos de sellos con qué llenar sus álbumes y horas de ocio.



domingo, 25 de enero de 2015

El Túnel del Tiempo de la Filatelia: SOBRES DEL PRIMER DIA

La  Filatelia al Día
30 De enero de 1982 No. 101
Por Danilo A.Mueses

Muchos coleccionistas jóvenes oyen hablar de un sobre del Primer Día, o FDC, como también se le conoce que es la abreviatura de su nombre en inglés que es “First Day Cover” y no saben lo que es. Como es un área de mucho interés vamos a cubrir dicho tema en este día.

Se llama “Sobre del Primer Día" un sobre que lleva un sello matasello el primer día  en que el sello se puso en circulación.

Aunque durante el siglo pasado y en las primeras décadas del presente siglo  los FDC fueron  puramente incidentales, se conoce sobres del primer día de prácticamente todas las emisiones, especialmente en los países adelantados. Hoy en día son algo casi obligatorio en todos los países.

Se conocen FDC aún del Penny Black matasellados el 6 de mayo de 1840 los cuales son piezas que valen miles de dólares. La locura de los FDC se inició en los Estados Unidos  en la década de 1920 cuando los coleccionistas comenzaron a preocuparse por obtener  copias con cancelaciones claras de las nuevas emisiones tan pronto salían. Pronto la moda se extendió y todos comenzaron a procurar las nuevas emisiones canceladas el primer día. Los primero sobres llevaban viñetas crudas. Algunos comerciantes comenzaron a preparar  “cachets” con sellos gomígrafos  pero poco a poco los FDC  fueron siendo más y más elaborados y hoy en día muchos llevan diseños artísticos, vistosos y con una impresión en grabado.

En el asunto de los FDC no existe una política uniforme, pues mientras en algunos  países  los gobiernos se encargan de preparar las cubiertas, en otros el asunto se deja totalmente en manos de comerciantes quienes por su cuenta preparan los sobres con diseños más o menos artístico y la Oficina de Correos se limita a suministrar el matasello que en la mayoría de los casos dice “Día de Emisión “o “Primer día de Emisión”, pero en los primeros FDC se limitaba a ser un matasellos común y lo único que identificaba el sobre como un FDC era el conocimiento de que esa fecha se había  emitido dicho sello.

Aunque los FDC que datan de 25 años o más son escasos y algo costosos, los más recientes en cambio, son relativamente comunes y puede decirse que la oferta supera a la demanda. Eso no impide sin embargo, que el coleccionismo de este tipo de material tenga muchos seguidores.

Se emiten sellos alusivos al Día Mundial de la Alimentación
El 16 de octubre de 1982 se emitieron dos sellos alusivos al Día Mundial de la Alimentación. La emisión constó de 5,000,000 de centavos y 300,000 de 50 centavos. Ambos son para el correo aéreo.
Son de formato rectangular de 30x40 mms, y fueron impresos en hojas  de 50 sellos por la Litografía Ferrúa C. por A.
Están perforados 13 ½. Nelson Dávila preparó la viñeta de estos sellos que fueron autorizados por Decreto No 2660 del 15 de agosto de 1981

jueves, 15 de enero de 2015

El túnel del tiempo de la filatelia: EL SELLO DE 24 CENTAVOS AEREO DE CENTRO INVERTIDO DE LOS ESTADOS UNIDOS (PARTE ll).

La Filatelia al Día
23 De diciembre de 1981.No 100
Por Danilo A. Mueses

¿Qué ha sido de los sellos después que el Coronel Green disperso la hoja? No es fácil seguirle los pasos a 100 sellos cuando cada uno ha seguido un rumbo diferente. Vamos sin embargo a darles una visión de lo que ha sido de ellos.

De los sellos que quedaron en posesión  del Coronel Green, alrededor de una docena fueron absorbidos por un equipo de aspiración de aire que éste tenía instalado en su oficina y resultaron destruidos.

A los tres socios que le vendieron la hoja al Coronel, éste  a su vez, les vendió un par a cada uno al precio original. Steinmetz  retuvo  su par por unos 10 años, al cabo de los cuales partió el par vendiendo uno de ellos, para comprarle un piano a su esposa.

Los sellos que le quedaban al Coronel estaban en su yate cuando éste se hundió en el puerto de New Haven. Aunque los sellos fueron recuperados, como es natural perdieron la goma.

Arvin F. Harrow  cuenta la historia de que un día, mientras el Coronel Green se encontraba de viaje, su esposa se encontró uno de estos sellos en su escritorio. Ignorando su valor y deseando enviarle una carta a su marido franqueó su carta con él. Apenas recibió la carta, el Coronel despegó el sello y desde entonces lo conservó hasta su muerte en un medallón que pendía de la cadena de su reloj. Esta historia, sin embargo, ha sido desmentida por el notable coleccionista Ernest  A.  Kehr quien niega que tal ejemplar usado haya existido y luce lógico, pues es inconcebible que el Coronel Green haya despegado de su sobre ese valioso espécimen.

Los sellos han estado aumentando constantemente de valor. Ya para 1932 un ejemplar de este sello propiedad del Senador Frelinghuysen fue vendido por $2,750.

Para 1940 ese sello, para entonces propiedad de Stephen D. Brown, fue vendido por la suma de $4,100. De ahí en adelante el sello  no aumentó muy rápidamente pero en 1964 un ejemplar se vendió por $15,000 y había subido a $31,000 en 1969, en 1974 se vendió un ejemplar por $47,000.
Uno pensó que ya no era mucho lo que podría seguir subiendo pero en 1977 una copia alcanzó los $60,000; a finales de 1978 la Southeby Park Bernett vendió uno que alcanzó la cifra mágica de los $100,000 que fue superada apenas 5 meses más tarde cuando Robert Siegel  vendió el 4 de abril de 1979 un ejemplar en $130,000.

Hay un block de 4 de este sello que se conoce como Block Princeton. Originalmente era el block de ocho con que se quedó el Coronel  Green el cual fue comprado por Y. Souren de New York y fue partido en un block de cuatro  y cuatro sellos sencillos. Este block fue más tarde adquirido por Raymont H. Weill Co.  y vendido a un comprador anónimo quien lo donó a la universidad de Princeton.

El 8 de junio de 1976 la Universidad de Princeton lo puso a subastar a través la H.R. Harmer siendo comprado por Weill por $170,000. En 1978 el block fue puesto de nuevo a subastar y llegó a los $220,000 siendo comprado en esta ocasión por un “poll” formado por nueve médicos y una viuda  de Palm Beach. El 19 de julio de 1979, Myron Kaller hizo arreglos con los propietarios y el block fue comprado por un inversionista  privado de Florida quien pagó la friolera suma de $500,000 por el block.

Nuestra columna, Nº 100
El 16 de febrero de 1980 en lo que constituía unos de los pocos intentos que jamás se había hecho en nuestro país para establecer  una columna de difusión filatélica, iniciando la publicación de la Filatelia al Día.

En casi dos años la columna se ha mantenido en forma ininterrumpida lo cual nos ha permitido alcanzar la cifra de la Columna Nº  100.


Queremos por este medio agradecer a los amables lectores que nos han estimado con sus cartas  y sugerencias  y en especial a los directivos de EL CARIBE  quienes, comprendiendo la trascendencia cultural de la filatelia nos han permitido seguir llegando regular hasta ustedes, a través de las prestigiosas páginas de este gran diario..

domingo, 11 de enero de 2015

El túnel del Tiempo de la Filaltelia: EL 24 CENTAVOS AEREO DEL CENTRO INVERTIDO DE LOS EE.UU. (PARTEI)

La filatelia al Día
16   De diciembre de 1981
Por Danilo A.Mueses.


Pocos sellos en la historia de la filatelia han cautivado la imaginación de los coleccionistas con la fuerza que lo ha hecho el sello aéreo de 24 centavos con el centro invertido emitido por los Estados Unidos en 1918.

El 18 de mayo de 1918 fue el primer día de emisión de este sello de 24 centavos que fue concebido para cubrir el franqueo del recién inaugurado servicio aéreo entre las ciudades de New York,  Philadelphia y Washington. W. T. Robey era un  coleccionista que tenía canjes de sobres de primer día con otros colegas de New York y Philadelphia . Temprano en la mañana de ese día fue a una oficina de correos en Washington y pidió una hoja completa de 100 sellos. El empleado le informó que no tenía ningún bien centrado pero que al mediodía llegarían nuevas.

Robey volvió al mediodía y el empleado le pasó una hoja que, para su sorpresa, tenía el centro invertido. Al verla el corazón se le detuvo y preguntó al empleado que si no tenía alguna otra. Se habían emitido  en hojas de 400 sellos y por tanto debían existir tres hojas más; las otras que le fueron mostradas  eran normales. Fue entonces cuando Robey hizo notar al empleado el error, quien le pidió que se la devolviera pero éste, como es natural, se negó y salió apresuradamente de la oficina.
El empleado de correos llamo de inmediato por teléfono a la oficina del Director General para comunicarle sobre el error. Esto hizo que se suspendieran las ventas durante dos horas mientras  los empleadores revisaban millares de hojas en busca de otros errores.  Como existieron otras tres planchas éstas debieron ser encontradas pero nunca se ha dicho nada sobre ellas.

Robey recibió de un comerciante en sellos una oferta de $500 que fue rehusada, pues estaba consciente de que su plancha valía mucho más. Poco después. Percy Mann le ofreció $10,000 por hoja, suma que, aunque era mucho mayor que cualquiera que hubiera recibido antes, no le hizo decidirse y Robey  prefirió tratar primero de vender la hoja en New York por un precio más alto. Aunque no logró en New York,  recibió un telegrama pidiéndole que a su regreso se detuviera en Philadelphia allí un coleccionista, de nombre Eugene Klein, le hizo una oferta de 15,000 a nombre de un sindicato que se había formado por él.

Aunque antes de que la operación pudiera ser completada Robey recibió una oferta de 18,000 del comerciante que originalmente le había ofrecido $500, no la pudo aceptar pues ya le había dado la opción al grupo de Kleim.

Finalmente la plancha fue a parar a manos del Coronel Edward H. Green quien ya para esa época se había convertido en el mejor comprador de sellos en los Estados Unidos y posiblemente en el mundo, él pagó posteriormente $20,000 por la hoja.

Cuando  el Coronel Green quiso montar la hoja se encontró con que no le cabía en las páginas de sus álbumes y Klein le convenció de que debía tener compasión por los demás coleccionistas y partir la hoja. Le argumentó que de mantener intacta la hoja, los sellos probablemente nunca valdrían mucho más de lo que él había pagado por ellos pero, que si la rompía, aumentaría el valor de los sellos.
El Coronel aceptó la sugerencia y después  de numerar a lápiz cada sello rompió la hoja quedándose con  un block de ocho del margen, el block con el número de la plancha y algunos sellos sueltos. Los primeros sellos se vendieron a $250 y los sellos con el borde recto de los lados de la hoja  a $175.00.
Gradualmente el precio fue aumentado y los últimos se vendieron en alrededor de $650 cada uno.