jueves, 31 de marzo de 2016

El Túnel del Tiempo de la Filatelia: Historia Postal (Parte II)

8 de enero de 1983
La Filatelia al Día
Por Danilo A. Mueses

Mucha gente., tan pronto oye de una colección de historia postal, de inmediato se hace la idea de un grupo de cubiertas antiguas valoradas en cientos de miles de pesos cada una. Aunque tal podría ser el caso de nuestro país, en Europa es corriente encontrar piezas, aún del período prefilatélico, conseguibles por unos pocos pesos. Recientemente vimos en una lista de precios de la Casa Llach  de España, un lote de 62 cubierta prefilatélicas con marcadores postales por apenas unos $140 o sea un precio promedio de unos $2. 25 por ciento y así de casi toda Europa, se encuentra mucho material a bajo precio.
Un filatelista estudioso podría montar una bonita colección de historia postal en base a ese material pero tendrá primero que hurgar en libros y archivos de la época a fin de poder establecer la razón de cada matasello, itinerarios, etc. De otro modo sólo presentaría una acumulación de cubiertas que dicen poco al que las ve.
En estos países, donde la gente tiene poca tradición de guardar la correspondencia que recibe (de hecho aquí poca gente guarda), las piezas del pasado siglo son escasas y extremadamente costosas y las prefilatelicas, prácticamente inexistentes. De ahí que nuestro país, el que quiera hacer una colección de historia postal del pasado siglo debe tener la cartera bien provista.
Del presente siglo en cambio, especialmente de 1910 a 1940, hay material interesante, relativamente abundante y a precios que, aunque más elevado que el equivalente en casi cualquier otro país, todavía que podríamos calificar de moderados (entre $1.50 y $ 15). En base a ese material y con un poco de estudio, podría lograse una buena colección.
El que se dedica a este tipo de colección tiene que tener los ojos bien abiertos pues el material podría aparecer donde menos se sospecha. Recientemente leí sobre un coleccionista que entró a una tienda filatélica en los E. U. allí muchos comerciantes acostumbraba a tener unas cajas llenas de sobres que venden  $20 o 25 ¢. Cada uno. En esas cajas los clientes acostumbraban a rebuscar (“browse” le llaman en inglés) mientras el propietario o dependiente se desocupa. Allí, en una caja que había sido revisada una y otra vez por decenas de parroquianos antes que él, un coleccionista con los ojos abiertos encontró una cubierta con un sello impreso del cual sólo se conocían unos pocos ejemplares y que pudo vender en varios cientos de dólares. Y así pueden encontrarse también matasellos raros que son los que conforman la verdadera historia postal que, de hecho, es la historia de las cubiertas tal como puede deducirse del estudio de sus matasellos y no la historia del correo.
Muchos coleccionistas clásicos reniegan un poco de los coleccionistas de historia postal diciendo que estos están dañándola filatelia. Yo no diría tanto, pero debo reconocer que su influencia se deja sentir sobre todas las demás ramas del coleccionismo hasta un punto tal, que muchos jueces en exposiciones filatélicas tienden a penalizar cualquier colección y más si es de sellos clásicos, si en ella no aparecen una que otra cubierta. Este proceder no me parece del todo justo.

Debemos reconocer, sin embargo, que la historia postal que se empezó a desarrollar después de la II GUERRA Mundial, y que sus reglamentos fueron aprobados por la FIP hace apenas seis años, llegó para quedarse. Y será así mientras en los países nórticos, donde este tipo de material es abundante, siga siendo quien dicte las normas en materia de filatelia.

jueves, 24 de marzo de 2016

El Túnel del Tiempo de la Filatelia: Historia Postales (Parte I)

1 de enero de 1983
La Filatelia al Día
Por Danilo A. Mueses

La pasada semana hablábamos de que una parte en el coleccionista en busca de nuevas vertientes se han dedicado a lo que se denomina historia postal. Vamos a comenzar definiendo lo que es una colección de historia postal. En el Art. 1 de las reglas de la Federación Internacional de Filatelia se define como sigue:
“Una colección de historia postal está basada en el estudio y clasificación de artículos postales filatélicos que están en relación con los métodos, rutas y condiciones del despacho de comunicaciones postales en cualquier período, o a la organización para estos fines del servicio postal ya sea gubernamental, local o privado”.
El que se dedique a este tipo de colección debe saber por anticipado que está entrando en un sendero preñado de “espigas y abrojos” como diría la vieja canción. Una colección de cubiertas “perse” no es una colección de historia postal; la misma sólo viene a constituirse en tal cuando está estructurada y anotada con el propósito de ilustrar la organización y/o operación del correo en algún tiempo y lugar.
Este tipo de colección requiere de profunda s investigaciones y cada cubierta que aparezca en ella debe estar ahí para demostrar algo, y no simplemente como una pieza rara, índice del poder económico de su propietario. A tal efecto en su montura el coleccionista puede (y hasta diríamos que debe) auxiliarse de mapas de rutas postales, decretos postales, tarifas e itinerarios siempre que los mismos guarden relación con el material en la colección. En el conocimiento puede ser tan importantes como el material mostrado.
Una colección de historia postal deberá tener como meta mostrar los métodos y medios de franqueo y pago de la tarifa postal y el despacho y rutas de la correspondencia. Deberá consistir primordialmente de cubiertas de todo tipo y puede contener material ilustrativo relevante incluyendo sellos postales sueltos. El énfasis de la colección debería estar principalmente en la historia de las comunicaciones postales; de ahí la importancia que como apuntamos arriba, se le debe dar a la investigación y el conocimiento.

En la recién pasada ESPAMER´82 celebrada en San Juan de Puerto Rico, tuvimos la ocasión de ver muchas colecciones de historia postal cuyos dueños habían acumulado decenas y decenas de piezas correspondientes a un país o a una época a un costo que estimamos que podría sobrepasar los cientos de miles de dólares, pero donde la investigación y conocimiento brillaba por su ausencia. Cuando esas colecciones no recibieron el premio que sus propiedades las creían acreedoras, la desazón cundió. Y es que muchos no comprenden cuáles son las metas de una verdadera colección de historia postal.

sábado, 19 de marzo de 2016

El Túnel del Tiempo de la Filatelia: The American Topical Association

25 de diciembre de 1982

La Filatelia al Día

Por Danilo A. Mueses

Los altos precios de la gran mayoría de las piezas clásicas por un lado y la evolución que ha ido experimentando el coleccionismo de sellos por otro lado ha hecho que muchos filatelistas hayan comenzado a buscar derroteros que se apartan un tanto de lo que hoy llamamos filatelia tradicional.
Una parte de esos coleccionistas que han abandonado el coleccionismo tradicional se han refugiado en lo que llamamos historia postal de la cual hablaremos la próxima semana y otra se ha dedicado al coleccionismo temático.
El coleccionismo temático se ha dividido a su vez en dos grades ramas que son, las colecciones por imagen que en inglés llaman “topical” y las colecciones por idea que es lo que en inglés denominan “thematic”. En las colecciones por la imagen, el coleccionista trata de reunir todos los sellos con la misma viñeta que podría ser “barcos”, “cataratas”, “peces”, etc. Esta rama del coleccionismo temático ha ido cayendo en desuso y hoy en día la mayoría forman colecciones por la idea en las cuales escoge un tema y se desarrolla una colección alrededor de ella mediante sellos afines.
Supongamos que se escoge como tema “La Caza”. El coleccionista podría mostrar los deferentes métodos de caza, armas, cotos de caza, especies que son objeto de una colección por imagen.
Para canalizar estas nuevas inquietudes de los coleccionistas, en 1949 Jerome Husak, un coleccionista norteamericano formó la que llamó American Topical Association (ATA).
A comienzos, Husak produjo una pequeña revista de 8 páginas que editaba cada tres meses en su dormitorio y distribuía entre sus 203 miembros. A los seis meses, ya la asociación tenía 1,000 miembros y para 1959 ya contaba con 5,000 miembros y la revista Topical Time se había convertido en una publicación bimensual de 48 páginas.
Hoy en día la ATA cuenta con más de 12,000 miembros en más de 90 países lo cual la convierte en la segunda sociedad filatélica en los E. U. después de la American Philatelic Society .

Uno de los más grandes servicios que ATA ofrece a sus afiliados son las listas de los sellos emitidos sobre más de 750 temas diferentes. La ATA ofrece además numerosos servicios incluyendo circuitos de ventas, ayuda a los herederos, traducciones, servicio de respuesta a preguntas y programas, de “slides”. Se ha preparado además manuales cubriendo numerosos temas.