La Filatelia al Día
09 De
Mayo de 81 No.64
Por Danilo A.Mueses.
Otro que se inició en el comercio filatélico de los E .U. por el 1863, fue John W. Scott quien había llegado ese año procedente de
Inglaterra con su carga de ilusiones y por todo capital un álbum de sellos que
debió vender a Brown, casi de inmediato, por $10.
Aunque Scott intentó ganarse la vida en
actividades ajenas a la filatelia, poco después debió volver donde Brown a
quien convenció para que le facilitara $100 para establecerse en el negocio de los sellos .
Scott se estableció definitivamente en el
comercio de sellos en 1867 y continuó en el negocio hasta 1910. Su casa
filatélica aún subsiste y edita el catálogo Scott que es el más
ampliamente usado en los E.U. Y en
algunos otros países incluyendo el nuestro.
El servicio postal de los E.U. estima que en
ese país existen 22 millones de coleccionista. Para 1976 se estimó, también
para E.U., que las ventas de sellos habían alcanzado los $1,300 millones de
dólares.
Si proyectamos las ventas de 1981 y
extrapolamos ambas cifras para el resto del mundo no consideramos fuera de
razón un estimado de 100 millones de coleccionistas y ventas anuales de $5,000.00 millones de dólares .
¿Quién suple esa demanda insaciable de sellos
a ese gremio de coleccionistas cada vez
más numerosa? Se ha señalado que en países como los E.U el 50 por ciento del
dinero invertido en pasatiempos se invierte en sellos, de ahí que el sector
sea verdaderamente poderoso y sustente gran cantidad de publicaciones dedicadas
totalmente al ramo.
La mayoría de las publicaciones descansan
básicamente en la publicidad. Un ejemplo de lo anterior es el seminario Linn’s Stamp
News, el cual, se edita en Sidney, Ohio, E.U. Es un periódico tabloide con una
tirada de unos 82.000 ejemplares dedicados enteramente a la filatelia. El
periódico trae aproximadamente el 90 por ciento de sus 108 páginas abarrotadas
de anuncios, pues el poco material de lectura es solo una excusa para los
anuncios y las tarifas son realmente elevadas pues un pequeño anuncio de una
pulgada vale $17.35 y una página cuesta $1,248 dólares, o sea, que ese solo periódico
debe contar con una publicidad pagada muy superior a los $100,000 semanales.
En una publicación que leímos se señalaba que
la población de coleccionistas, un 20 por ciento ocasionalmente vende sellos y un 2 por ciento
son comerciantes formales establecidos, ya sea a tiempo o tiempo parcial.
Aunque esta cifra puede variar, unos datos del
director de American Philatelic Society, la más grande de las asociaciones
filatélicas de los E.U. y el mundo, parece confiable por lo menos en parte. La
APS reporta alrededor de 50,000 socios, de los cuales 1,240 o sea un 2.5 por
ciento están registrados como
comerciantes.
En casi todas las grandes capitales filatélicas del mundo, los comerciantes
tienden a agruparse en la parte más antigua de la ciudad. Asi por ejemplo, en
Paris la mayor parte de los comerciantes están ubicados en el sector de San German,
mientras que en Londres se localizan las calles Strand y New Bond. Sin embargo,
el sector donde posiblemente haya una concentración mayor (aunque posiblemente
menor que hace un cuarto de siglo), sea en la calle Nassau de Nueva York.
Por lo menos un capítulo del encantador libro de
Alvin F. Harlow, “Entretelones de la filatelia" y el libro: “Nassau
Street” de Herman Herst, están dedicados
a esa famosa calle. En ambos los autores ponen a desfilar ante nuestros ojos a
todas las pintorescas figuras del comercio filatélico que dieron renombre a esa
calle. Su historia ya forma parte de la historia de la filatelia, pues el
comerciante, vilipendiado a veces, denostado otras, es, sin embargo, el sostén obligado del coleccionista tan pronto
pasa la etapa de principiante.