La Filatelia al Día
21 de Febrero 1981 No. 53
Por Danilo A. Mueses
Bogus : Un sello para engañar
Muchas veces los coleccionistas noveles se
encuentran con un sello que por más que
lo buscan en el catálogo no logran averiguar el país que lo emitió
y en caso de que logre determinar
a qué país pertenece no consigue encontrarlo en la parte del catálogo correspondiente a ese país.
Es posible que en ese caso el coleccionista se
encuentre frente a lo que los
filatelista llaman un bogus .
En español se
suele usar la palabra bogus por
no existir en nuestro idioma una palabra
equivalente. Los diccionarios inglés-español dicen: “bogus: falso, espurio”. El
asunto es que un bogus no es un sello falso, ni espurio sino más bien podríamos
definirlo como un sello que puede haber sido atribuido a un país real o imaginario y que ha sido
producido por una persona o entidad no oficial, con el único propósito de
defraudar a los coleccionistas de sellos.
Casi desde el inicio del coleccionismo de
sellos, se comenzaron a emitir sellos bogus. Los primeros
de ellos fueron producidos para satisfacer la demanda creciente de
sellos de países que empezaban a emitir
sellos. Así por ejemplo, uno de los primeros bogus que apareció
en el mundo fue el producido por
la famosa banda de falsificadores conocida como “la pandilla de Boston”, la cual emitió un sello de dos reales como el escudo dominicano y que
fue atribuido a este país .
El sello fue producido en 1867 y para ese año en este país se había
emitido a lo sumo unos 6 sellos y dado el atraso en que vivía el país, los
mismos, al igual que ahora, eran muy escasos. Como era difícil conseguir los
sellos reales, Chute Taylor y Nutler, los integrantes de la pandilla,
produjeron ese sello que fue comprado en Estados Unidos y Europa como si fuera
real. La treta, sin embargo, no tardó en
ser descubierta y sus autores desenmascarados por la prensa filatélica de la época.
Ese sin embargo no fue un caso aislado y no
fueron pocos los bogus producidos en el pasado
siglo para consumo de una masa de filatelistas cada vez más ávida de
nuevas emisiones.
Parecería que en esta época, con el alud de
nuevas emisiones que por todas parte nos invade y que ha puesto millares de
sellos al alcance de cualquier coleccionista, no debería haber lugar para
nuevos bogus. Sin embargo, parece que P.T. Barnum, el famoso humorista
norteamericano del circo Ringling Bros and Barmum tenía razón cuando dijo que
“cada día nace un tonto”. Últimamente hemos visto cantidades crecientes de
bogus que se han convertido en un azote para los coleccionistas inexpertos que
sucumben ante el encanto de sus policromas figuras.
Y el descaro de los productores de estos
“sellos “ ha llegado a tal extremo que el nombre de uno de los supuestos países es “Staffa”.
Otros “países “ que han servido de excusa para
engañar incautos han sido la llamada Republik
Maluku Selatan cuyos sellos muestran un mapa de Indonesia y al general
Douglas Mcarthur, y unos sellos atribuidos al gobierno de Albania en el exilio
con la inscripción SHOIPNIJA y mostrando
a Roosevelt, Churchill y al obispo Gjergji Kastrioti. Sin embargo la lista es
interminable y de seguro que seguirá.