jueves, 7 de febrero de 2013

El Túnel del tiempo de la filatelia: Traiciones, estratagemas y despojos (Parte 1)



Publicado en el periódico El Caribe, 24 de enero del 1981. Pag 31.
La Filatelia al Día
Por Danilo Mueses

Traiciones, estratagemas y despojos ( parte 1 )

Les voy a plagiar el título a un capítulo del apasionante libro de Alvin F.Harlow titulado “Entretelones de la Filatelia” aunque cabe señalar que el tema de este artículo no guarda relación alguna con lo tratado en el capítulo del libro Harlow.

Vamos a relatarles algunas anécdotas relacionadas con coleccionismo de sellos y que demuestra cuán apasionante puede llegar a ser la filatelia y hasta qué extremos han llegado algunas personas en su afán por obtener los sellos que les hacen falta.

Ya en nuestra columna del 19 de abril del pasado año les relatamos la historia de cómo Gastón Leroux, un notable coleccionista francés fue muerto por su amigo Héctor Giroux cuando este se negó a venderle un sello “misionero” de Hawái de 2 centavos que le faltaba en su colección.

Vamos a relatarle otras historias igualmente apasionantes.

Un francés de nombre Lefouineur, quien era un coleccionista apasionado, alquiló una casa de campo situada en el pequeño poblado de Plessis – Mochard y que había pertenecido a un viejo notario, con la esperanza de poder descubrir en ella sellos antiguos y valiosos.

Poco después de haberse mudado se encontró su cadáver metido de cabeza en un gran baúl que había en el desván de la casa. La policía investigó, pero no pudo aclarar el misterio, poco después con el auxilio de los familiares y conociendo sus aficiones se logró reconstruir el hecho.

Lefouineur, tan pronto como entró en la casa, subió al desván donde se encontró con un gigantesco cofre de madera tapa combada. Inmediatamente se lanzó a ver lo que contenía y se inclinó cuanto pudo para rebuscar entre el montón de papeles que había en el cofre.

Parece que estando en esa posición le acometido un sincope cardiaco al descubrir entre los viejos papeles una valiosa carta con un bloque de cuatro sellos del famoso sello rojo claro de 1 franco emitido por Francia en 1849 cuyo valor hoy en día es de unos $40.000.00. Acaso la sorpresa, demasiado jubilosa, fue lo que paralizó su corazón opinó el médico, puesto que entre sus manos se encontró la valiosa pieza.

Entonces cayó dentro del cofre, y la pesada tapa que había dejado apoyada en la pared, con el golpe se cerró sobre él, y antes de que recobrase el sentido, le sobrevino la muerte por asfixia.

El caso del ladrón que cambio una emisión.

Los sellos de 20 chelines emitidos por Costa de Oro, una colonia inglesa situada en la cosa Occidental de África, en 1889, fueron verde y rojo.

En 1893 se descubrió que una gran cantidad de sellos habían sido robados, lo cual decidió a las autoridades postales inglesas a emitir nuevamente los sellos en color violeta y negro desmonetizando la emisión anterior.

El robo fue cometido por un mensajero de la oficina de correos de Accra entre cuyos deberes estaban barrer la oficina y la caja de seguridad. El mensajero removía cada vez del paquete, un bloque de 20 sellos de 20 peniques, y los tiraba en el cesto de los papeles. Luego retiraba los sellos junto a la basura.

Cuando se descubrió el robo, el culpable fue arrestado y condenado a cinco años de prisión. Aunque gran parte de los sellos fueron recuperados se decidió de todos modos desmonetizar los sellos.

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