La Filatelia al Día
28 De Noviembre de 1981: No. 93
Por Danilo A.Mueses
La pasada semana, al hablarles de los
sobrenombres de los sellos le señalábamos que algunos de ellos tenían carácter local
pero que había otros cuya fama traspasado las fronteras nacionales y eran
conocidos internacionalmente como es el
caso del Penny Black, los Misioneros y los Mauricio Azul.
Otro asunto digno de mención en esto de los
sobrenombres es que algunos de ellos se aplican a un sello específico, pero
otros cubren una emisión completa ya sean todos los sellos iguales o
diferentes.
Hoy vamos a seguir hablándoles de los
sobrenombres, continuando primero con los reconocidos internacionalmente para
luego proseguir con otros de uso mayormente local.
Los primeros sellos de la Guayana Inglesa
fueron impresos localmente en 1851 y por su forma más bien parece un matasello
pues tienen forma circular llevando en el borde el nombre del país y en el
centro el valor. De los 4 valores, el 2 es el más escaso pues sólo se conocen
10 ejemplares y reciben el nombre de “Cottonreel” (carrete de algodón) en todos
los círculos filatélicos.
Otros sello con un sobrenombre famoso es el
sello de 2 emitido por los E.U. en 1861 mostrando a Andrew Jackson, el tercer
presidente del país. El sello impreso en negro llama mucho la atención pues la
cara ocupa totalmente la viñeta y ha recibido el nombre de “Black Jack”.
Cuando se imprimieron los primeros sellos de
Brasil, el Director General de Correos no quiso mostrar la efigie del emperador
Don Pedro y escogió en cambio cifras
indicando el valor encerrado en un óvalo que a muchos filatelistas les
recordaba unos “ojos de buey”. El nombre pegó y prácticamente todos le llaman
así.
Otros sobrenombres es que han traspasado las
fronteras de lo nacional son las famosas “diligencias" de Uruguay, nombre
que reciben los primeros sellos de ese país. Los sellos que llevan en su centro
el “Sol de Mayo" y arriba la palabra “diligencia", estaban destinado
a franquear cartas hacia el interior la cual se transportaba en ese tipo de
carromato.
Dar una lista completa sería interminable y
vamos a citarles algunos nombres de carácter local.
En Argentina tiene los “gauchitos”,
“cabecitas” y “barquitos. Aunque los primeros no se llegaron a emitir y los
otros son emisiones locales, los tres son muy buscados por todos los
coleccionistas.
En Venezuela tienen un sello de 1 Bolívar,
emitido en 1900 y de color gris oscuro que los coleccionistas de ese país
llaman “Bolívar Negro”.
En Cuba se emitió en 1890 un sello con la
efigie del infante Rey Alfonso XIII. La viñeta es igual a la del sello emitido
en España un año antes. Los cubanos con su humor tan especial han apodado al
sello “el pelón”.
En nuestro país no nos quedamos atrás y en
cualquier reunión filatélica no es raro oír a cualquiera hablar de “la serie de
mapita”, ya conseguí una "pro archivo", "te vendo una
colonia", "a Don Enrique le llegó una viuda negra", lenguaje que
al no iniciado en el lenguaje de los sobrenombres le parecerá pura jerigonza
pero perfectamente entendible para cualquier coleccionista dominicano.
Esos sobrenombres, dan sabor a la filatelia
y nacieron casi con el coleccionismo de
sellos. Ya por el año 1860 un cronista londinense hablando de las operaciones
que se efectuaban en Change Alley (callejón de los Canjes) decía: "Aquí se
escucha un idioma incomprensible, del cual ofrezco algunas frases: “¿Tienes una
Sajonia Amarilla?”... “Quiero una Rusa"… “Le daré una Prusia roja por una
Brunswick azul”… "¿Quieres cambiar una rusa por una inglesa negra?"
"¿No daría una rusa por veinte inglesas?"
Lo notorio es que esto viene desde hace más de
120 años y cualquier filatelista avanzado de nuestro días que pudiera darse un
paseo en la máquina del tiempo de Trucutú, y volver a esa época…. Sabría de qué
estaban hablando.
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