La Filatelia al Día
20 De Junio de 1981, N.70
Por Danilo A. Mueses
Muchas personas leen a veces sobre hallazgos
de sellos que valen fortunas y piensan que tal vez entre los sellos que tienen
podría haber sellos valiosos. Sin embargo, muy pocas personas sin el debido
conocimiento podría descubrir un sello realmente valioso entre un grupo de
sellos comunes .
Vamos a
contarles una historia que ilustra lo arriba señalado.
Una señora y su hija, en los E.U., entraron a
la tienda de un comerciante en sellos llamado Bartels y les presentaron una valiosa
cubierta preguntándole que cuanto valía. El comerciante le respondió “para mí vale $10.00”. La señora
aceptó la oferta.
Algún tiempo después Bartels vendió la
cubierta por varios miles de pesos. Cuando la señora supo de la transacción le puso una demanda a
Barterls alegando que él le había dado $10.00 aprovechándose de su ignorancia.
Al ir a corte Bartels alegaba que él le había dicho a la señora que “para mi valía $10.00” mientras que la
señora decía que Bartels simplemente le había dicho “vale $10.00” omitiendo la
parte “para mí“. Como la señora llevó a su hija de testigo pudo ganar
el pleito, hubiera tenido necesidad de ir a corte para obtener el precio justo
por su cubierta .
Veamos otro caso y en el cual al que vendió no
le fue bien.
Un día el comerciante Herst en viaje de
compras por otra ciudad entro a una pequeña tienda donde vendían souvenir para
turistas, antigüedades, sellos, ect. Herst le preguntó al propietario si tenía
sellos de E.U. El comerciante le mostró un pequeño clasificador donde tenía montado
algunas docenas de sellos de las primeras
emisiones. Herst compró unos
cuantos.
Al llegar al hotel en la noche se puso a
examinar los sellos juntos a otros que había
comprado en otro sitios y cuál no sería su sorpresa al descubrir que uno de los
sellos correspondían al sello de 30c /emitido en los E.U. en 1869, pero con el
invertido lo cual convertía en un sello valiosísimo pues para esa época ya valía
$4,500! Herst sin embargo, lo había comprado por $3.00 ya no por sus
convencimientos de sello sino por la ignorancia del que lo vendió. Sin embargo,
tan pronto estudió el sello en detalles, Herst pudo reconocer, gracias a su
profundos conocimientos filatélicos, que
tenía entre sus manos un ejemplar
valioso. Esto aconteció en 1938, cuando ya el sello tenía 67 años de haber sido
emitido. En su reverso mostraba
numerosas bisagras que atestiguaba su
largo peregrinaje de colección en colección. Ninguno de sus propietarios sin embargo, había tenido el
poder que da el conocimiento para reconocer
que estaban en presencia de un sello valioso .
El
5 de abril del pasado 1980, un ejemplar de
este sello fue vendido en una subasta
por Robert A. Siegel en $70,000.
Es difícil que en nuestro medio alguien se
encuentre con una pieza de la categoría de las arriba citadas, pero hay muchas
oportunidades de comprar piezas valiosas (o venderlas ) a precios reamente
atractivos. Sólo aquellos con un profundo conocimiento de los sellos pueden
aprovechar estas oportunidades.
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