jueves, 22 de agosto de 2013

El Túnel del Tiempo de la Filatelia: Conocimiento es poder en Filatelia


La Filatelia al Día
20 De Junio de 1981, N.70
Por Danilo A. Mueses

Muchas personas leen a veces sobre hallazgos de sellos que valen fortunas y piensan que tal vez entre los sellos que tienen podría haber sellos valiosos. Sin embargo, muy pocas personas sin el debido conocimiento podría descubrir un sello realmente valioso entre un grupo de sellos comunes .

Vamos a contarles una historia que ilustra lo arriba señalado.
Una señora y su hija, en los E.U., entraron a la tienda de un comerciante en sellos llamado Bartels y les presentaron una valiosa cubierta preguntándole que cuanto valía. El comerciante  le respondió “para mí vale $10.00”. La señora aceptó la oferta.

Algún tiempo después Bartels vendió la cubierta por varios miles de pesos. Cuando la señora  supo de la transacción le puso una demanda a Barterls alegando que él le había dado $10.00 aprovechándose de su ignorancia. Al ir a corte Bartels alegaba que él le había dicho a la señora  que “para mi valía $10.00” mientras que la señora decía que Bartels simplemente le había dicho “vale $10.00” omitiendo la parte “para mí“. Como  la  señora llevó a su hija de testigo pudo ganar el pleito, hubiera tenido necesidad de ir a corte para obtener el precio justo por su cubierta .

Veamos otro caso y en el cual al que vendió no le fue bien.
Un día el comerciante Herst en viaje de compras por otra ciudad entro a una pequeña tienda donde vendían souvenir para turistas, antigüedades, sellos, ect. Herst le preguntó al propietario si tenía sellos de E.U. El comerciante le mostró un pequeño clasificador donde tenía montado algunas docenas de sellos de las primeras  emisiones. Herst compró unos  cuantos.

Al llegar al hotel en la noche se puso a examinar los sellos juntos  a otros que había comprado en otro sitios y cuál no sería su sorpresa al descubrir que uno de los sellos correspondían al sello de 30c /emitido en los E.U. en 1869, pero con el invertido lo cual convertía en un sello valiosísimo pues para esa época ya valía $4,500! Herst sin embargo, lo había comprado por $3.00 ya no por sus convencimientos de sello sino por la ignorancia del que lo vendió. Sin embargo, tan pronto estudió el sello en detalles, Herst pudo reconocer, gracias a su profundos  conocimientos filatélicos, que tenía entre sus manos un  ejemplar valioso. Esto aconteció en 1938, cuando ya el sello tenía 67 años de haber sido emitido. En su  reverso mostraba numerosas bisagras que atestiguaba  su largo peregrinaje de colección en colección. Ninguno de sus  propietarios sin embargo, había tenido el poder que da el conocimiento para reconocer  que estaban en presencia de un sello valioso .

 El 5  de abril  del pasado 1980, un  ejemplar de  este sello fue  vendido  en una subasta  por Robert A. Siegel en $70,000.

Es difícil que en nuestro medio alguien se encuentre con una pieza de la categoría de las arriba citadas, pero hay muchas oportunidades de comprar piezas valiosas (o venderlas ) a precios reamente atractivos. Sólo aquellos con un profundo conocimiento de los sellos pueden aprovechar estas oportunidades.

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