La
Filatelia al Día
1 De mayo de 1982. No.114
Por Danilo A.Mueses
“Filatelia es Cultura”. Ese es un slogan muy
difundido que expresa una gran verdad y ha sido reconocido en todo el mundo.
Roger W. Babson, analista y asesor financiero
de renombre internacional quien era además un apasionado coleccionista de
sellos decía: “Coleccionar sellos es uno de los pocos pasa tiempos de los
cuales se deriva una verdadera educación y produce un servicio a la comunidad.
Digo esto por dos razones.
Primero. Coleccionar sellos no es únicamente
un excelente estimulo para aprender geografía y otras materias, sino también
proporciona los fundamentos para un entrenamiento en los negocios. Segundo, yo
pienso que proporciona a las personas un interés en los países extranjeros que
no se podría adquirir en otra forma.
Para muchos, coleccionar sellos es simplemente
un pasatiempo al cual se le dedican las horas libres. Se adquieren los sellos y
se matan las horas de ocio llenando espacio tras espacio con sus policromas
figuras. Si eso es todo lo que usted espera de sus sellos, le aseguro que
ningún otro pasatiempo le ayudará tan calmadamente a olvidarse de todo y de
todos.
Sin embargo, hoy les estoy hablando de un
pasatiempo casi totalmente distinto a ese coleccionismo primitivo; de algo más
refinado. Se trata de formar los mismos ingredientes de la receta anterior pero
tratar de sacar de cada sello todo lo que éste puede dar, pues cada estampilla
es una viviente de historia, geografía, arte, ciencias, etc.
Hace poco leí un artículo de un fulano que se
dedicaba a escribir sobre temas de actualidad, pero siendo como es un
apasionado coleccionista de sellos, cubre cada tema, enmarcándolo en un
ambiente filatélico. Las posibilidades son infinitas. ¿Qué Argentina invade las
islas Malvinas? Buena ocasión para dedicarnos al estudio de la historia y
geografía de esas islas, perdidas en la inmensidad del Atlántico Sur. A través
de sus sellos, es mucho lo que podemos aprender. El sello Scott No. 69 nos
muestra un mapa de las islas indicándonos que están ubicadas entre las
longitudes 57º 44’ y 59º 51’ y los 51 3’ y 52º
21’la latitud Sur. El Scott No. 68 nos muestra a Sr. Louis, el punto
donde lo ingleses entraron al archipiélago en 1833. Otros sellos (Scott No. 65,
No 250) nos muestran las ovejas, principal actividad económica de la isla; o
buques balleneros y ballenas (Scott No. 67 y No. 71), ya que las Malvinas
tienen una gran tienen una gran importancia como puerto de recalada de flotas
balleneras operando en el Atlántico.
Otro aspecto interesante y ya que estamos
tocando el tema de las Malvinas (o islas Falkland para los ingleses) es que
gran parte de las reclamaciones argentinas sobre las islas están relacionadas
con los sellos y el correo. Asi, por ejemplo, el 11 de enero de 1929 una
resolución del Gobierno argentino estableció que todas las encomiendas y
valores procedentes del extranjero y destinadas a las Malvinas no se consideraban
en tránsito, sino como enviadas a
territorio argentino; el 9 de enero de 1933, Argentina no reconoció valor
alguno a los sellos postales emitidos por las islas para conmemorar el
centenario de su ocupación por Inglaterra (Scott No. 65/76) al tiempo que
argentina ripostó con otra emisión en 1937 en la cual se muestra en un mapa
de la Argentina, las isla como parte integrante de su territorio, que a
su vez fue protestada por Inglaterra. En mayo de 1946, Argentina volvió a
protestar por otra emisión de sellos de las islas en los cuales se hacía referencia a la ocupación de las islas.
Este, amigo, es sólo un tema pero cualquier
sello que llegue a sus manos tendrá una larga historia que contar, llena en
general de interés. Aquellos que lo miran superficialmente sólo disfrutarán de
un parte muy pequeña de cuento éstos pueden dar. En francés hay dos palabras
casi homónimas: la primera es “gourmand “que define al glotón que solo le
preocupa la cantidad de comida sin disfrutar de los refinamientos de la buena
cocina; el “gourmet” en cambio aprecia la comida como un arte y su disfrute de
un plato bien aderezado es evidentemente mayor que el del gourmand. Disfrutemos
pues de los sellos, obtengamos todo cuanto ellos puedan dar, convirtámonos en
“gourmets”
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