1 de enero de 1983
La Filatelia al Día
Por Danilo A. Mueses
La pasada semana hablábamos de que una parte
en el coleccionista en busca de nuevas vertientes se han dedicado a lo que se
denomina historia postal. Vamos a comenzar definiendo lo que es una colección
de historia postal. En el Art. 1 de las reglas de la Federación Internacional
de Filatelia se define como sigue:
“Una colección de historia postal está basada
en el estudio y clasificación de artículos postales filatélicos que están en
relación con los métodos, rutas y condiciones del despacho de comunicaciones
postales en cualquier período, o a la organización para estos fines del
servicio postal ya sea gubernamental, local o privado”.
El que se dedique a este tipo de colección
debe saber por anticipado que está entrando en un sendero preñado de “espigas y
abrojos” como diría la vieja canción. Una colección de cubiertas “perse” no es
una colección de historia postal; la misma sólo viene a constituirse en tal
cuando está estructurada y anotada con el propósito de ilustrar la organización
y/o operación del correo en algún tiempo y lugar.
Este tipo de colección requiere de profunda s
investigaciones y cada cubierta que aparezca en ella debe estar ahí para
demostrar algo, y no simplemente como una pieza rara, índice del poder económico
de su propietario. A tal efecto en su montura el coleccionista puede (y hasta
diríamos que debe) auxiliarse de mapas de rutas postales, decretos postales,
tarifas e itinerarios siempre que los mismos guarden relación con el material
en la colección. En el conocimiento puede ser tan importantes como el material
mostrado.
Una colección de historia postal deberá tener
como meta mostrar los métodos y medios de franqueo y pago de la tarifa postal y
el despacho y rutas de la correspondencia. Deberá consistir primordialmente de
cubiertas de todo tipo y puede contener material ilustrativo relevante
incluyendo sellos postales sueltos. El énfasis de la colección debería estar
principalmente en la historia de las comunicaciones postales; de ahí la
importancia que como apuntamos arriba, se le debe dar a la investigación y el
conocimiento.
En la recién pasada ESPAMER´82 celebrada en
San Juan de Puerto Rico, tuvimos la ocasión de ver muchas colecciones de
historia postal cuyos dueños habían acumulado decenas y decenas de piezas
correspondientes a un país o a una época a un costo que estimamos que podría
sobrepasar los cientos de miles de dólares, pero donde la investigación y
conocimiento brillaba por su ausencia. Cuando esas colecciones no recibieron el
premio que sus propiedades las creían acreedoras, la desazón cundió. Y es que
muchos no comprenden cuáles son las metas de una verdadera colección de
historia postal.
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