lunes, 5 de marzo de 2012

El Túnel Del Tiempo de la filatelia: Uso del Catálogo (parte 1)

Publicado en el periódico El Caribe, 13 de septiembre 1980, Pág. 31
La Filatelia al Día
Por Danilo Mueses

Uso del catálogo (parte 1)

Alguien señaló que coleccionar sin un catálogo era como navegar sin brújulas; es evidente que el buque avanza pero ni el capitán sabe a ciencia cierta hacia dónde se dirige.

El catalogo surgió casi simultáneamente con el coleccionismo de sellos. Ya en 1861, cuando el coleccionismo estaba aún en pañales, F.G.O. Berger- Levault (un coleccionista de Estrasburgo) hizo el primer intento de compilar en un libro todos los sellos conocidos por él en lo que constituye, de hecho el primer catálogo de sellos, aunque no fuera más que una lista que repartió entre sus amigos.

A finales de ese mismo año Alfred Potiquet, un coleccionista francés, tomó la lista de Berger, le hizo algunas adiciones y conjuntamente con otros dos coleccionistas franceses, imprimió el catalogo y lo puso a la venta.

Para aquellos años aparecieron numerosos catálogos todos los cuales en general tuvieron vida efímera y la mayoría, además de pecar de incompletos, no pasaban de ser simples listas de los sellos conocidos por los autores.

De los catálogos universales( se denominan catálogos universales aquellos que registran todos los sellos emitidos en todos los países del mundo) que se duplican hoy en día, el más antiguo es el Stanley Gibbons que se empezó publicando en Inglaterra en 1865 como una simple lista de precios de 16 páginas. Al Stanley Gibbons le siguió el Scott que se empezó a publicar en New York en 1867.

Cada catalogo tiene lo que podríamos denominar su área de influencia. Posiblemente el catalogo más universalmente usado sea el Yvert publicado en Francia. Los precios de los sellos, como es natural, están expresados en francos.

En nuestro país y en otro con monedas con paridad con el dólar, el catálogo más comúnmente usado es el Scott. Esto se debe en gran medida a las fuertes relaciones filatélicas que mantienen muchos filatelistas con los E.U.

Otros catálogos ampliamente usados son el Stanley Gibbons que se usa en Inglaterra y en sus ex- colonias y el Michel editado en Alemania.

El catálogo pone a disposición del coleccionista una mina de información.

Además de presentar una lista de ordenada de todos los sellos emitidos por un país, nos permite saber una amplia variedad de datos incluyendo fecha de emisión del sellos: si es una serie, de cuantos valores consta, color de cada sello, perforaciones si es que las tiene, tipo de papel en que fue impreso, procedimiento de impresión utilizado y valor del sello tanto nuevo como usado.

Hay algunos catálogos que dan información adicional como es el Minku publicado en E.U., el cual señala cuantos sellos se emitieron de cada valor y da detalles sobre el motivo que aparece en la viñeta.

Cada sello que aparece en un catálogo lleva un número que permanece constante. Ese número equivale para todos los usuarios de ese catálogo a usar un lenguaje común. Así cuando un coleccionista habla del Scott No.322 de la República Dominicana, todos saben que este se está refiriendo al sello de $2.00 emitido en 1936 y la perteneciente a la serie Pro-Archivo. En consecuencia, esos números son usados para comprar, vender, canjear o aun para hacer preguntas sobre algún sello.

Se emite serie motivo del año del Agricultor.

El 15 de mayo pasado se emitió una serie alusiva al Año del Agricultor, los cuales fueron ordenados mediante Decreto No.1729 del 6 de mayo de 1980. La serie fue impresa en la Lit. Ferrùa en hojas de 50 sellos y consta de los siguientes valores:

  • 1¢ La figura de un agricultor cosechando cacao. 
  • 2¢ Agricultor recogiendo café 
  • 3¢ Agricultor con un racimo de plátanos 
  • 4¢ Picador de caña 
  • 5¢ Agricultor cosechando maíz 

Los sellos son de formato rectangular de 30 x 40mm. Están perforados 13 ½.

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