jueves, 16 de abril de 2015

El Túnel del Tiempo de la Filatelia: La Unión Postal Universal (Parte l)

La Filatelia al Día
27 De marzo de 1982.No 109
Por Danilo A. Mueses

Vivimos en un mundo en conflicto donde las naciones grandes y pequeñas, cada día parecen menos dispuestas a emprender, conjuntamente, acciones de cooperación internacional. Sin embargo, en este mundo de intereses encontrados hay una institución que ha venido laborando armónica y prácticamente sin tropiezos desde su fundación. Hace más de un siglo. En 1874. Nos referimos a la Unión Postal Universal, más conocida por algunos por sus siglas en UPU.

Antes de la creación de la UPU, enviar una carta a un país extranjero era una proeza pues las autoridades postales del país de origen de la carta no estaban facultados para llevarlas hasta su destino y el correo en el país del destinario no se sentía obligado a entregar una carta cuando el franqueo le había sido pagado ya a otro país.

En muchos casos, la situación se resolvía mediante el procedimiento de que el remitente pagaba su franqueo con lo cual se aseguraba de que las autoridades postales de su país la enviaran hacia el exterior pero al llegar a su destino, el destinario debía pagar para recibir la carta. En esos casos encontraban que las cubiertas tienen, además de los sellos del país de origen, sellos multa del país de destino.

En otros casos, había oficinas postales de algunas de las grandes potencias que servían  en los países más pequeños.

Tal era por ejemplo el caso de Inglaterra que mantuvo entre 1857 y 1880, 79 oficinas postales diseminadas por casi todo el mundo. Como Inglaterra para esa época era la “Reina de los Mares”, sus barcos se encargaron de entregar la correspondencia casi en cualquier punto del globo aunque sus posibilidades estaban casi limitadas a los puertos. No había posibilidad de que una carta le llegara a alguien en el interior de digamos Suiza. El problema de los sellos por otro lado persistía pues las autoridades dominicanas insistían en que toda carta que saliera de aquí llevara los sellos dominicanos y la oficina postal inglesa que estaba a bordo de un buque exigía  los sellos ingleses. Las cartas con sellos de dos países se denominaban con franqueo mixto y son piezas que alcanzan una alta cotización en el mercado filatélico internacional. Se conocen piezas que llevan un franqueo triple.


Muchos países, para obviar estos problemas comenzaron a celebrar convenios bilaterales mediante los cuales, sus autoridades postales se comprometían a dar curso a la correspondencia del otro país signatario. Eso pudo resolver un problema pero los inconvenientes seguían ya que para los años del 1860 la mayoría de los países más importantes disponían de sellos postales y el movimiento de la correspondencia se había multiplicado; en consecuencia había amplias zonas del mundo hacia donde era prácticamente imposible enviar una carta. Se requería de alguna organización supranacional que regulara todo lo relacionado con el movimiento internacional de la correspondencia.

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