domingo, 5 de marzo de 2017

El Túnel del Tiempo de la Filatelia: Pasatiempos: Necesidad Humana (Parte II)

La Filatelia Al día
No. 169
El Caribe, 11 de junio de 1983, Pág. 23


En los Estados unidos, un país tan dado a llevar estadísticas, han estimado que 22 millones de norteamericanos coleccionan, con mayor o menor pasión, sellos de correo, La cantidad que hay diseminada por el resto del mundo ha sido calculada en otros 100 millones.
No podemos atestiguar ambas cifras pues confesamos sinceramente que no nos hemos tomado el trabajo de contarlos, pero de lo que si estamos seguros es de que más gente colecciona sellos, que los que se dedican a cualquier otro pasatiempo.
Mucha gente que acostumbra a leer en la prensa diaria las noticias sobre los precios fabulosos que alcanzan ciertas gemas de la filatelia, podrían pensar que es un pasatiempo reservado a personas con un alto nivel económico. Nada más lejos de la verdad, las piezas realmente caras son una minoría; vamos a llegar aún más lejos: los sellos que valen más de $100 (en 1983) no llegan al 1% de todos los sellos emitidos en los 143 (para 1983) años que hace que se emitió el primer sello.
Se pueden formar colecciones interesantísimas o aun no llegar a formar una verdadera colección, sin gastar más que unos 2 a 3 pesos (pesos dominicanos en 1983) al mes y aun así disfrutar un montón.  Y es que una cosa es una gran colección formada con el expreso propósito de competir en una exposición internacional y otra un grupo de sellos que se colecciona por el solo placer que proporcionan sus multicolores figuras.
Suponemos, amigo lector, que, si usted está leyendo esta columna, es aficionado a los sellos y no tendremos que decirle mucho para convencerle del gran poder que tiene el sello como relajante, como cultura, como un medio de matar el “spleen” de unos ratos de ocio vacíos, pero usted puede ayudar a un amigo, puede recomendarle que coleccione sellos y estoy seguro de que pocos (si es que hay alguno) de los que sigan su consejo, tendrán algún día algo que lamentar.
Aunque comenzamos diciendo en el título de esta columna que es un pasatiempo era una necesidad humana, debemos reconocer que el coleccionismo de sellos o de cualquier otra cosa, es un pasatiempo que ha prendido más en los países templados y fríos, donde la gente, especialmente en el invierno, suele pasar largas veladas al calor del hogar entretenido en sus sellos.
Y es que debemos admitir que, aunque en algunos países, especialmente en los Estados Unidos, están comenzando a hacer promoción de la filatelia como actividad de grupo, estimulando la concurrencia a exposiciones y convenciones, el coleccionismo de sellos es en lo medular una actividad para hacer dentro de la casa. Pero ¿Cuántos de ustedes no pasan por lo menos una o dos noches por semana en la casa? Estamos seguros de que, si se abocan al coleccionismo de sellos, al tiempo que ampliaran su cultura y sus horizontes, disfrutaran de uno de los pasatiempos más absorbentes que el hombre ha descubierto, desde aquellos lejanos días en que el hombre de la caverna dedicaba los escasos momentos de ocio de que disponía, a pintar figuras de animales o a recoger piedrezuelas de colores, ajeno a cualquier función utilitaria.
¡Coleccione sellos! Los coleccionistas de sellos son gente emocionalmente estables y felices. Se lo dice alguien que, habiendo coleccionados sellos por unos 35 años, debe a estos muchos de sus mas relajantes momentos.

Nota: En la actualizad el Ing. Mueses ha dedicado casi 70 de sus 82 años al coleccionismo de sellos.





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