martes, 20 de septiembre de 2011

El Centrado Como Medida de la Condición


Durante muchos años, para un porcentaje elevado de los coleccionistas, “un sello es un sello”. Esta expresión, aparentemente sin sentido, es el reflejo de la poca importancia que muchos le daban a la condición de sus sellos.

Esto hace contraste con la actitud que prevalece entre los coleccionistas de los países del norte donde se ha establecido una escala del 1 al 100 con diez niveles que van desde el Perfecto (99.5 a 100) hasta el Space Filler (0 a 4.99). Sobre esa base se valoran los sellos.

Los parámetros que normalmente se usan para medir la condición de un sello son muy diversos. Entre los principales están el centrado, frescura del color, condición de los dientes, papel (roturas, ventanas, raspaduras) y condición de la goma en los ejemplares engomados). En los ejemplares matasellados, hay que añadir el tipo de matasellos. Como podemos ver, los factores que pueden rebajar (o elevar) la condición del sello son numerosos.  

Cuando una casa de subasta se dispone a ofrecer a la venta una pieza valiosa, debe evaluar cuidadosamente cada uno de estos factores para, sobre esa base, establecer el nivel que alcanza determinado ejemplar. Cuando un comerciante indica que un ejemplar está en condición VF (very fine, entre 77.5 y 87.5) se espera que haya tenido en cuenta todos los aspectos que aumentan el puntaje y aquellos que lo rebajan.

En relación a las evaluaciones que hacen los comerciantes, la queja más frecuente entre los coleccionistas es que estos tienden a pasar por alto factores que pudieran rebajar puntos y sobrestimar aquellos que van a favor de una alta clasificación.
 Aunque como señalamos la clasificación final es el resultado de la suma de los diferentes factores, posiblemente el factor que más impacta al interesado en determinada pieza es el centrado.

Recientemente adquirimos un programa llamado EzGrader diseñado para evaluar el centrado de los sellos. Aunque, tal como señalamos, este es solo uno entre varios factores, es útil tener una clasificación del sello con base en el centrado.
Tomando como referencia uno de los sellos dominicanos más difíciles de hallar con un buen centrado (Scott # 236 B) pasamos por el programa cuatro ejemplares de este sello y veamos los resultados.


Al primer ejemplar (descarten el matasellos), el programa le dio un Grado 17, o sea apenas llegó a Fair, o sea pobre. El segundo ejemplar, con un grado 54 llegó a Fine. Los que consiguen un ejemplar de este sello en esas condiciones pueden considerarse dichosos. El tercer ejemplar, en mejores condiciones que el anterior, subió a 63 pero no alcanzó los 67.5 que lo hubiera llevado al siguiente escalón, F-VF. El cuarto, uno de los ejemplares de este sello en mejores condiciones que hemos visto, llegó al Grado 78 que le da una clasificación de VF o sea Very Fine.

Este sello cotiza en Scott $45 para el sello nuevo. Ese es el precio de un sello en condición “Fine” de acuerdo a la política de los editores del catálogo. Un sello F-VF se supone que debe tener un precio más alto. ¿Cuánto vale el ejemplar VF con el Grado 78 con que ilustramos esta nota?

Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que el establecimiento de la condición de un sello no es una medida absoluta. Existen sellos de los cuales es prácticamente imposible conseguir ejemplares que, si le pasamos el programa, superen el grado 50. Tal es el caso de los Scott # 32/35 de nuestro país.

De todos modos, nuestra aspiración debería ser que los ejemplares que coloquemos en nuestro álbum estén en óptimas condiciones. Y en otro orden de ideas es tiempo de que, al considerar el valor de una pieza, aunque miremos su valor en el catálogo, tengamos en cuenta su condición. Hay ejemplares que por su condición pueden valer varias veces el monto indicado en el catálogo.

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