jueves, 1 de septiembre de 2011

El Túnel Del Tiempo: Costo de 36₵ por una carta en R.D.

Publicado en el periódico El Caribe, el 14 de junio 1980, Pág. 31

La Filatelia al Día #18

Por Danilo Mueses

En unos de los primeros artículos de esta columna señalábamos que antes de la reforma postal propuesta por Rowland Hill e implantada en Inglaterra en 1840 enviar una carta era tan costosa que estaba reservado a personas pudientes.

La esencia de la propuesta de Hill era que si se baja el costo del franqueo y se hacía uniforme sin importar las distancia, habría tantas personas que harían uso del correo, que bajarían considerablemente los costos por carta transportada y se daría un mejor servicio a la comunidad.

Durante más de un siglo el correo ha sido un servicio económico, al alcance de todos los bolsillos, aunque últimamente el público de muchos países se ha estado quejando del costo creciente del correo y del deterioro que ha experimentado la calidad del servicio.

En nuestro país, donde todos nos vivimos quejando del alto nivel de inflación y del costo de la vida, la tasa del correo se ha mantenido felizmente inalterada durante los últimos 17 años y, a pesar de que de tanto en tanto aparece alguna que otra queja podemos decir que en términos generales el servicio es bastante bueno. (recordar que esto fue escrito en 1980)

¿Sabían ustedes sin embargo que en 1961, durante 20 días el franqueo de una carta en la ciudad se elevó de 2 centavos a 8 centavos y para las cartas hacia el interior se elevó de 9 centavos a 36 centavos?

No sabemos positivamente cual fue el origen de esa alza tan desmedida en las tarifas, pero alguien nos contó que Trujillo conversaba con alguien sobre la forma de aumentar los ingresos fiscales que para esa época habían disminuido considerablemente como consecuencia de las sanciones económicas impuestas por la OEA en Costa Rica y por la recesión que azotaba al país. Trujillo dijo que una de las formas era cuadriplicar el costo de las cartas. Nadie se le ocurrió discutir la orden, y el 27 de enero se promulgo una ley multiplicando por cuatro las tarifas.

El aumento tuvo un efecto desastroso sobre el servicio de correos el cual se redujo prácticamente al transporte de la correspondencia oficial.

El arquitecto José Antonio Caro, en esa época secretario de Obras Públicas contaba la siguiente anécdota: Una anciana se presentó a la oficina de correos y dijo que quería enviar una carta hacia al interior. Cuando el empleado postal le dijo que eran 36 centavos, desistió de enviar la carta y se alejó murmurando entre dientes: ‘’aquí antes no se podía hablar: ahora no se puede ni escribir una carta’’.

Aunque nadie se atrevía a decir nada, en el famoso Foro Publico salió una carta donde alguien decía que no se explicaba por qué el público se escandaliza tanto porque hubiese subido la tarifa postal, hecho que sucedía en todos los países y citaba como ejemplo que en esos días los Estados Unidos había aumentado la tarifa interna. Lo que no señalaba el forista era que en los Estados Unidos habían subido la tarifa de 3 centavos a 4 centavos y aquí fue de 9 centavos a 36 centavos.

Frente al virtual boicot del público, la tarifa fue silenciosamente rebajada el 17 de febrero o sean 20 días después.

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