La Filatelia al Día
19 DE SEPTIEMBRE DE 1981.No.83
Por Danilo A.Mueses
“Los
precios que aparecen en este catálogo fueron estimados después de un estudio cuidadoso de la disponibilidad
de sellos a nivel de precios al por mayor y las ofertas a nivel de detalle. Los
valores dados representan el valor correcto para en buenas condiciones cuando
es ofrecido por un vendedor informamos a un comprador informamos". Del Catálogo Scott
Caso 1
En el catálogo Scott de 1967 aparecen los dos
sellos emitidos por la Republica Dominicana en 1940 con motivo del centenario
del primer sello adhesivo y que el retrato de Sir Rowland Hill, valorados en
$29.00 mientras que el catálogo de 1981, estos mismo sellos aparecen por sólo
$28.00. Si usted está interesado en éstos, hay casas en los Estados Unidos
donde los puede adquirir por alrededor de $10.
Caso 2
En el mismo
catálogo de 1967, el sello de 50 centavos emitido en el mismo escudo
nacional aparece catálogo por $6.50.
En el catálogo de 1981, el mismo había aumentado de precio y
catalogaba $35.00. Sin embargo, en subasta que celebró la Sociedad Filatélica
Dominicana el 30 de noviembre de 1979, un ejemplar de este sello se vendió por
$62.00.
Los ejemplos arriba señalados se dan a propósito
del título de esta columna que hoy dedicamos a los sellos sobrevaluados
y subvaluados y como un índice de que un sello no siempre vale lo que dice el
catálogo sino que los coleccionistas estén dispuestos a pagar por él.
En general, los editores de los catálogos no
requieren dar su brazo a torcer, y una vez que, por error, alta demanda
momentánea o por estar mal aconsejados aumentan el precio de un sello, se
resisten a rebajarlo aunque se demuestre a todas luces que ese precio es
artificial y no a la espera de que la inflación u otros factores hagan el
precio realístico. lo cual tarda a veces años en suceder, como es el caso de
los sellos de Rowland Hill que aún hoy
no han alcanzado el precio que le asignaron en 1967.
En otros casos, los editores del catálogo por
desconocimiento del mercado por falta de asesoramiento mantienen ciertos sellos
con precios artificialmente bajos y entonces el sello se convierte en lo que
los coleccionistas llaman un “dormant”, locución francesa que califica a aquellos
sellos que por circunstancias bien ajenas a su abundancia, mantienen una
cotización en el catálogo irreal, pues son verdaderamente difíciles de
corregir. El coleccionista que pretende especular con sellos, debe conocer bien
cuáles sellos están sobrevaluados catalogados. Pues así podrá invertir en
aquellos sellos que tienen mayores posibilidades de reventa, evitando al mismo
tiempo aquellos sellos abundantes pero con valor de catálogo alto.
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